Cerca de 200 organizaciones, entre las cuales figuraron la Fech, la Asociación de Vecinos por la Defensa del Barrio Yungay, la Feutem, la Feusach, la Feufsm y varios secundarios, fueron las convocantes a este programa de actividades, que el día 19 tuvo el color de una manifestación como las que no veíamos hace tiempo: masiva, alegre y con contenido. Recuperando una tradición que se desarrolló en Chile entre 1910 y 1972, el objetivo de esta reinaugurada Fiesta de la Primavera fue poner en el centro las demandas sociales de las cuales el país aún no se decide a resolver.
Así fue como desfilaron 12 carros alegóricos con sus respectivas comparsas, cada uno a cargo de alguna organización, ornamentados en torno a temáticas como el derecho a la educación -en el caso de la Fech- la libertad de expresión, los pueblos originarios, la despenalización del autocultivo de marihuana, el buen trato a los inmigrantes, el respeto al medio ambiente, entre otros.
Los participantes, que dedicaron semanas -incluidos los feriados- a transformar enormes camiones en elaborados y coloridos carros para ser los ganadores del primer lugar, lucieron disfraces que personificaron en su mayoría a los responsables de que al cumplirse el Bicentenario las celebraciones sonaran a carcajada hueca, borrachera sin sentido y circo televisado. De este modo abundaron las críticas al empresariado inescrupuloso, los gobernantes de pocas luces y las figuras de la desinformación.
Fuente: Revista Bello Público
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